octubre 26, 2013

Troquemos.


                                                                                                                     -D-                  

He venido sin su venia
a proponerle un cambio, un trueque, al más oscuro estilo medieval
le propongo, se asome a mi puerta, no me diga una palabra
y acepte en un brusco movimiento, mi sexo.

El cambio,no lo niego, es injusto, es impar.

Le propongo se lleve consigo, la Caridad del cobre,
le propongo que cargue por los santos de nuestra ciudad, mi fe y la suya
que se lleve la mismísima Candelaria, de mis sabanas
es un sencillo trueque, una verdadera transacción comercial.

¡Esta es una propuesta para su venganza!
es mi sentencia de muerte a mis manos y su sonrisa sudorosa.

Obtendrá, el clamor desesperado, un cruel desgargante,  
escuchará al cerrar la puerta, un sollozo rezando su nombre
los lamentos que regocijarán sus pasos al dejarme morir, tendido y exhausto
que no me deje un vestigio de esperanza y se lleve el sol en su vientre, en forma de mí
así me dará muerte, así como los ha querido, como me ha odiado.


En fin, eso le propongo, que me pinte un mundo negro y miserable, para ser feliz.

julio 02, 2013

Disculpa a mi madre.

Madre mía, mujer roble con olor añejo
mis lagrimas secándose en tu seno, 
no serán par de mi arrepentimiento.

He tomado lo que no es mio
y me dijiste no robarás, es mi culpa madre santa.

He llorado corazones rotos entre muslos comprados,
le mentí a tus ojos, me vi en ellos y me creí, solo, en un abrazo tuyo,
no administro bien nada, ni las palabras.

No he sido el amante que quisieras que fuese, 
pero he amado con locura,
y este es mi último pecado, oh madre.

Mi vida no es tuya, ya no más, 
lo fue por mis años, mis turbios años
ahora estoy viejo y desconsolado.

¡Madre, lo siento y lo siento tanto! 
Porque se te pintará una sonrisa al final de la noche
al escucharme sollozar desde el otro cuarto,
el orgullo vestirá tu vientre y el dolor, se habrá ido
cuando comprendas que la amo.





 

 

junio 29, 2013

Me vendí.



                                                                             Para Daniela.                                                                                      

Me he vendido a vos, no a usted sino a vos
no he dado un brazo, me vendí todo
me he vendido a vos, no a ti sino a vos
no he regalado mi sangre, la vendí.

He tomado mi alma y voluntad las he pintado de rojo y amarillo
ajusté mis rodillas y mis pulmones no son míos, ya no más
no me he vendido a usted, ni a ti, me he vendido a vos.

A los rostros de vos.

A las noches de vos.

A la voz de vos.

A los gatos de vos.


diciembre 06, 2012

Inmortal.


                                                                                                    Para -D-


No muere al vació, cual piña empacada para la venta en masa
vive tranquila entre cervezas y brindis etéreos
apenas recuerda mi nombre plagado de lluvia y un fortín
cual si fuese un lugar común de tertulias, bellezas, labios y muertes
repletas de sangres amarillas con mitades rojas, rojas.

Si ella es mortal como yo soy un pelele
quien se mueve a la velocidad del chasquido de sus dedos
y bien sea señora mía, solo el tronar de sus mentiras
solo mis manos sufriendo la tortura de su fuerza
la vida que se escapa entre el craqueo de los nudillos de paz.

Será inmortal, sin oxigeno, sin vida, será inmortal al ritmo de un soneto.

Será inmortal, con agua de llantos, será inmortal con tubas y contrabajos.




noviembre 05, 2012

Octubre de Miseria

Se me hace difícil tragar todo lo que no sea licor, me raspa la garganta cual si fuese una mezcla perfectamente mesurada, por su habilidad culinaria, entre brea y vidrio. Ese lugar  inhóspito donde no están sus besos, esa distancia incauta de nuestros rostros, huele tan mal, que no lo puedo tragar, siento un mundo venir que ya no es ron ni vinagre, es una cuchara que viaja a la velocidad del pensamiento repleta de aceite de bacalao acercándose peligrosamente hacia  mi boca vacía del sabor de su sexo, la quiero ver cerca, quiero estar de rodillas a los pies de su cama, que sienta mis manos clamar por sus caderas y entre un pairo y una deriva mínima, penetrarla sin más que pensar, nada que medir o describir, penetrarla y verla sentirme arraigado en sus profundidades carnales como esta ella enterrada en el pecho el mio.

En resumen abierto, lectores, quiero tenerla de nuevo, me encantaría sin duda, para coquetear de nuevo con la idea de los pasillos blancos de la universidad, sin embargo debo contarles, no era el aroma de nada en la universidad, ni era lo rubio de sus cabellos lo que me hacia suspirar los mas perversos romances, deseos y venganzas a sus espaldas, ni siquiera eran todas las manchas que ella protagonizó en mi ropa interior si no su sexualidad innata, las piernas de oro blanco con sus zapatos marrón que estorban al pie de la cama y se tambalean con cada empujón y cada gemido de su voz ronqueta y deseosa, mis desventuras son impulsadas mas que por la prohibición o el capricho por la inmaculada pieza de piel inversa de entre sus pierna que espera ser lamida por mi lengua perforada y enterrar mis labios en los suyos encontrándonos entre cuatro paredes mal puestas y un sol de temporada del ante penúltimo mes de colores otoñales y calores matutinos.

Este es el desenlace de un octubre maldito, de un setiembre anunciador y un noviembre de incertidumbre.


septiembre 24, 2012

Narración de insomnio enamorado.

Se me dificulta pensar, ella invade cada pequeño recoveco de mi cerebro, tengo su voz impresa en el estribo, yunque y martillo, creando un estado de excitación extrema en combinación con un latente y tenue dolor de cabeza por dolor de muelas, taladrante y chillón, se convierte justamente en eso, un dolor de cabeza y un voltear en la cama sin fin, comienzo una batalla a muerte con mi voluntad mientras la noche abraza suavemente mi cuerpo como sabana fría y corta, la cual ya no quiere estirar y la puedo morder, jalar, patear y envolver y nunca me cubre los pies, estoy en cama, feliz, dientes limpios, sonriente, enamorado e incómodo. La noche sigue, sigue lento y me atormenta con una bi polaridad exquisita proporcionada por mi, me enamoré y me enoja.

Mi televisor no enciende, debato sobre su razón de existir, si no enciende no puede entretenerme, si no me entretiene, no sirve, si no sirve, no existe, concluyo luego de un arrebato de ira que estaba equivocado, después de una patada descalzo, la moléculas juntas de la sólida pantalla me prueban su existencia con un grito desolador de presencia, duele el pie y eso distrae la sangre de mi erección, ahora bien, se me olvida ella, hasta que la volví a nombrar ahora, hasta que vuelvo a escribir, luego de revisar cada falange y metatarso. todos completos, miro el reloj y soy testigo de un hecho maravilloso, el tiempo no se ha detenido, si caigo dormido en este instante podría dormir poco menos de cinco horas en total, lo he calculado con una pericia envidiable, imbécil, las mariposas no se calman,siguen dando vueltas. Me ponen de pie y en la cocina. 

El refrigerador le da ese sentido de vacuidad a esa habitación se ha vuelto una costumbre, tengo ansias, como, debo matar tiempo, como, quiero comer, como, estoy leyendo y entre bocados se hace mas difícil seguir el hilo de la "maphia y las intermitencias de la muerte".Vuelvo a la cama, siempre ha sido mi mueble favorito, falta ella, vuelve rápidamente con astucia a mi mente, provee de un detalle gráfico que me provoca morderme el labio inferior, doy las gracias y batallo con la sabana de nuevo. fin del párrafo y mitad de la noche. 

Los pensamientos apocalípticos y catastróficos no tardan en hacer presencia entre ellos imagino una falla en el fluido eléctrico, se acaba la música en la computadora y lo último que puedo ver es el destello en colores inversos de un botón de guardado que ya no está allí, me sentencia a una irresponsabilidad, me quedo quieto un momento, tratando de aislar el ruido que provoca mi mano tosca contra la sabana quien me ha dado guerra la noche entera, me permito el silencio solemne, profundo e interrumpido por una gota proveniente del grifo de la cocina, este golpea como un gong, lastima el tímpano es un golpe seco al pómulo derecho, se cierra el ojo y se llenan de sangre los parpados, la erección se disipa de nuevo, se dejan acariciar por tonos morados y verdes, no se puede ver el amanecer. Ella no viene más, no logré dormir.    

septiembre 21, 2012

Creación espontánea de un día cualquiera.

Es temprano y el olor a café invade los pasillos blancos de la universidad y esto me confunde pues no puedo decidir entre poner fin a mi adicción, recién adquirida al ocio o despertar un hambre por el “gustico” de mi tierra amada llena de mujeres delgaditas de cintura, cierro mis ojos con el fin de truncar la confusión intrínseca impulsada por el aroma a un tueste robusto y pienso en esa mujer, imaginándola cual estatua en medio de un jardín floreado en nochecita adentro, cerca de la entrada a la universidad que está lejos de ser mi “alma mater “, quien imponentemente amedrenta con quitarme el sueño pues tiene ojos aún más rubios que sus cabellos trenzados con filo de cuchillo y una frente tan alta que no la alcanzaría con escalera.


De pronto el día pasaba rápido antes del zenit, cuando almuerzo a los pies de ella y su cincelado cuerpo de mármol y granito.

Llega el almuerzo, caliente, el de ella lo está más o por lo menos así lo delata la cantidad de vapor que emana de su plato y se cruza con un irrespeto evidente en mi campo de visión el cual me gusta pensar que ella comparte la mayoría de las veces , yo continúo mi vida, a estas alturas del sol, un poco menos confundido, pero ahora me cuesta no posar una rodilla en la mesa y mojarla en la salsa de lo que sea que estaba comiendo para perder la razón en un beso desesperado mientras le rezo a San judas Tadeo, por mi causa perdida y sea un beso no solo desesperado pero correspondido, lamento desilusionarlos, sin embargo el confort en la primavera de mi vida se ha tornado mi costumbre y prefiero no salir de allí, me conformaré mirándola masticar con elegancia pulcra y dar sentencia final en cada bocado, el cual mataría a cualquiera en cualquier lugar, por ser yo quien llene su boca y en medio del tumulto escuchar su voz llena de una hospitalidad indecente, pues si, pudiese leer mi mente yo no volvería a poner un pie en esta universidad y me emociona, en equidad a varios sonidos los cuales me han emocionado en varias etapas de la vida, la campana del último periodo, el último día de clases del primer año de la escuela o el pitazo del primer gol que hice en la vida, esa voz roquete, provocadora que bien podría castigar mis tímpanos con unas “Buenas noches”, unos “Buenos días” o cualquier tipo gemido en medio de ellos; Fantasía nocturna y luego de una hora finaliza, la mitad del día.

Llega la tarde y el día lúgubre se hace de un bastón cuando llega el otoño de su vida, todos a las tres y pico de la tarde, necesitamos una ayudita para terminar la faena, un bastón, un té o la remembranza del aroma de un tueste robusto mañanero el cual ya no es nada confuso, el ir a casa es una máxima a seguir. No me da tiempo de verle, ni este o ningún otro día, el sol corre despavorido posando entre banderas para hacernos caer en cuenta que aunque carguemos una cámara nunca nos va a dar tiempo de tomar una imagen tan fiel como la que recuerdan en este preciso momento y detrás del sol voy yo agotado, caído cual maratonista luego de su luna de miel, deseando descansar pronto pero saciado en placer.

Ahora bien ese es un día común y corriente en mi vida me he acostumbrado y es fácil pues al fin verla bella es como un libro de cocina. “Agregar una cucharada de sal y marinar al gusto, repita por cinco días, deje descansar dos repita el proceso cincuenta y dos semanas”. Ya tiene una rutina.